Protoescritura paleolítica

Se considera que la escritura nació en el IV milenio a. C. Sin embargo, ya antes había sistemas que se podrían calificar laxamente de escritura. Si definimos estrictamente escritura, diremos que son los sistemas de transcripción mediante señales gráficas del habla. En ese sentido, los sistemas anteriores a los mesopotámico-egipcios no serían escritura. Pero con una definición más amplia, que considere escritura la transcripción mediante señales gráficas de mensajes e informaciones, la escritura es mucho más antigua, tan antigua como el Paleolítico Superior. Si se quiere ser más riguroso, cabría hablar de lo que se practicaba en esa época como protoescritura, ya que no transcribía el habla, aunque la información que recogía podía expresarse oralmente de una manera unívoca.

En enero de 2023, la revista de arqueología de la universidad de Cambridge publicó un trabajo (https://doi.org/10.1017/S0959774322000415) sobre este asunto. Llama la atención que solo haya dos arqueólogos profesionales entre los autores, siendo los demás dos arqueólogos aficionados y un ingeniero mecánico. Estamos acostumbrados a ver a los científicos como profesionales especializados tras largas carreras regladas, pero aunque cada vez es menos frecuente, hay aficionados y científicos de otras especialidades que contribuyen a la ciencia en asuntos para los cuales no han recibido una formación estándar. En nuestro país, por ejemplo, tuvimos a Jordi Sabater Pi, un primatólogo de fama internacional que no fue a la universidad hasta la vejez, y lo hizo por acallar a quienes le criticaban por no tener formación superior. En nuestro país, donde domina la titulitis, esos científicos más o menos autodidactas son menospreciados, pero en Gran Bretaña gozan de buena consideración por referencia a sus aportaciones y no a sus cursos de universidad.

Dejando al margen estas consideraciones sobre la cualificación de los autores, el trabajo citado recuerda que se cree que las señales no figurativas que aparecen en pinturas y grabados desde hace más de 43.000 años en paredes y objetos paleolíticos podrían representar signos o símbolos, ya que no parecen agruparse al azar y en muchos casos aparecen en secuencias lineales. Hacen un recorrido por las investigaciones realizadas, que convergen en la idea de que los puntos y las rayas son representaciones cardinales y ordinales. A partir de ese punto y seleccionando las series en que aparecen animales en relación con esos signos construyen una hipótesis que considera que esas secuencias son muestras de una protoescritura.

Para ello identifican los animales representados y suponen que puntos y rayas son una notación temporal basada en meses lunares, es decir, la representación de una línea del tiempo cuya unidad es el mes lunar. Suponen que el origen de esa línea sería el momento del año en que está a punto de empezar la primavera meteorológica en cada región y que cada serie representaría momentos del ciclo biológico de las presas (todos los animales que aparecen en esas series son presas potenciales).

Hay una señal que intriga a todos los investigadores y que a diferencia de las otras no se ha podido identificar con un numeral. Es una señal en forma de Y. Los autores del artículo la identifican como un marcador de nacimiento, parto o puesta de huevos. Es muy plausible, sobre todo por en qué lugares de las series aparece. Sin embargo, el origen que postulan para esta señal no me convence. Suponen que procede del hecho de la reproducción (dos vidas de una). Me parece muy forzado y creo que sería más acertado considerarlo un símbolo, un signo convencional.

Estos investigadores han comparado la fenología de las especies representadas o de especies actuales afines y, después de un tratamiento estadístico muy riguroso, concluyen que se trataba de transcribir la información sobre la fenología de las presas de que dependían. El hecho de que no coincidan plenamente las informaciones sobre una especie en

las distintas regiones, según ellos, obedecería a las diferencias regionales en el calendario de los diversos fenómenos meteorológicos cíclicos.

¿Sería esto escritura? En favor de esta idea juega el hecho de que esas informaciones pueden ser expresadas oralmente de manera unívoca. En contra, el que no sean transcripciones del habla, fuese la que fuese la que tenían aquellas gentes.

Estos mensajes se han encontrado por toda Eurasia y se grabaron o se pintaron durante decenas de miles de años. El formato estándar que tienen se podría explicar de dos maneras diferentes: por invención en un único lugar y difusión al resto o por estar anclado en la psique de toda la especie. Creo que si se aclarase el carácter sígnico o simbólico¹ de la señal Y se podría decidir entre esas dos opciones. Del mismo modo, si se encontraran ejemplos similares en África.

Febrero de 2025