Profesor Francho de Fortanete

¿Podemos considerar la psicología como una ciencia?

La psicología fue durante mucho tiempo una rama de la filosofía, basada fundamentalmente en la introspección y en observaciones anecdóticas. De hecho, aún hoy en día, muchos practicantes de la psicología obtuvieron su preparación en facultades de Filosofía y Letras. En el siglo XIX, varios científicos empezaron a realizar observaciones y experimentos que introdujeron esta disciplina en el campo científico, creando el primer cuerpo de hechos y las primeras teorías verificables. Se trataba de fisiólogos, naturalistas y médicos. Wundt fue uno de ellos, fundador de la psicología fisiológica, a la cual contribuyó destacadamente Pavlov. Darwin fue otro. Este último, con su libro sobre la expresión de las emociones en los animales y en el hombre, hizo una notable aportación a lo que se llamó psicología comparada, que ya en el siglo XX quedaría subsumida en la etología o estudio del comportamiento animal. Hoy existe un vasto campo conocido como neurociencia o neurobiología, que parece, si no ser toda la psicología, sí una base fundamental para una ciencia psicológica. Incluso cuando yo era estudiante en alguna facultad de ciencias existía una asignatura llamada Fisiología del aprendizaje en la que se incluía anatomía del sistema nervioso, tipos de aprendizaje y los últimos experimentos y teorías desde una perspectiva comparada.

Sin embargo, tanto en el siglo XIX como en el XX y en lo que va de este, parece que la psicología arrastra los pies para asumir los muchos avances que se han producido en este campo. Hay muy pocos psicólogos que hagan un uso no retórico de la neurociencia o de la etología o de la psicología fisiológica; a lo sumo, aluden a ellas en los abstracts de sus artículos y se olvidan en el corpus de los mismos.

Un equipo de psicólogos publicó en PLOS ONE un estudio sobre la utilización de teorías en todos los artículos de investigación aparecidos en una revista señera de psicología, Psychological Science, entre 2009 y 2019. Aunque es sintomático que encontraran pocos artículos donde se mencionara alguna teoría, esto no me parece de especial significación: de hecho, en la mayoría de artículos de otras ciencias tampoco se suelen mencionar explícitamente las teorías. La cuestión relevante es si se intenta probar o refutar alguna teoría, poniendo a prueba las predicciones que se derivan de ella, o apoyar con observaciones o experimentos una nueva teoría, o por lo menos poner a prueba o refutar alguna hipótesis. En este sentido, el estudio me parece demoledor: solo se encontró esto en una minoría exigua de los artículos revisados.

Por otra parte, encontraron menciones a 359 supuestas teorías, la mayoría solo mencionadas una vez, enunciadas con vaguedad y no relacionadas con el contenido de los papers. ¿Cómo puede un campo científico construirse con tal fragmentación teórica? ¿Cómo puede edificarse un consenso partiendo de tantas teorías y con tan pocos apoyos cada una de ellas? A mi modo de ver, tal fragmentación de teorías con tan pocos apoyos es un indicio claro, como lo es el que existan decenas o centenares de “escuelas”, de que a la psicología le falta mucho para alcanzar el estatus de ciencia. Lo mismo pasa con el hecho de que la parte más considerable de los datos aportados en los artículos de esa revista proceda de encuestas, con la complejidad que suelen tener los encuestados y las diferencias que se pueden constatar entre lo que hacen, lo que dicen que hacen y lo que piensan que hacen, y de lo que los autores llaman “autoinformes”, que me parece un eufemismo para designar la observación de uno sobre sí mismo, con la consiguiente carga de subjetividad.

Los autores del estudio, como psicólogos que son, constatan todo esto, pero salvan a la psicología como campo “descriptivo”, sin ninguna pretensión de probar teorías o hipótesis o elaborar modelos verificables empíricamente. Eso será legítimo, pero se parece más a la literatura que a la ciencia.

Si de ese tipo son los estudios publicados en una revista puntera con revisión por pares, prerregistro y requisito para la publicación de un interés teórico concreto, ¿qué no debe de suceder con los trabajos de los peones de la psicología? Tengo tres o cuatro anécdotas que me han sucedido con algunos de esos peones que son muy ilustrativas, pero prefiero no contarlas para que no se me eche nadie encima. No es que desprecie a los psicólogos, sino que creo que para serlo hoy no se requiere ciencia, sino inteligencia interpersonal, empatía y mucho sentido común.

Creo que todo lo dicho es suficiente para contestar la pregunta del título, no creo que queden muchas dudas.

Septiembre de 2021

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