Menopausia: la hipótesis de la abuela (y otras) en entredicho

La menopausia es un rompecabezas para la teoría evolutiva. Se supone que la selección natural no favorece una fase vital sin posibilidad de reproducción. Al contrario, se supone que favorecerá la reproducción durante toda la vida adulta del organismo y que actuará en contra de la prolongación de la vida más allá de la fase reproductiva. En otras palabras, la menopausia no debería existir. Pero el caso es que existe en nuestra especie y en las de los cetáceos odontocetos.

Se han emitido varias hipótesis para cohonestar la menopausia con el darwinismo. La más ampliamente aceptada es la hipótesis de la abuela: en una edad en que la reproducción tiene más complicaciones sería más ventajoso para las hembras cuidar de sus nietos, especialmente teniendo en cuenta que su número puede superar al de sus hijos compensando el menor parentesco genético. Otra hipótesis que tiene en cuenta la naturaleza social de cetáceos y humanos y que sus grupos (en los humanos los primigenios) están formados por parientes propone que las adultas no reproductoras favorecen al grupo. Una tercera propone que las adultas no reproductoras se benefician al no competir con las reproductoras.

He dicho que la menopausia se da en nuestra especie y en los cetáceos odontocetos, pero recientemente esto ya no es así, sino que ocurre en otras especies. Ivana Winkler y Angela Gonçalves (https://doi.org/10.1016/j.cell.2023.09.026) dicen que la creencia en la exclusividad humana y cetácea de la menopausia ha venido sustentada solamente en una trampa semántica y en la dificultad de su estudio en otros mamíferos. La trampa consiste en una interpretación etimológica del fenómeno como cese de la menstruación. Si se interpreta así el término, parece cierta la exclusividad de que hablaba, ya que no se observa menstruación en otras hembras mamíferas, por lo cual difícilmente puede observarse su cese. Estas dos médicas proponen centrarse en el cese de la ovulación.

Brian M. Madera y otros ocho antropólogos, primatólogos y biólogos realizaron un estudio (https://doi.org/10.1126/science.add5473) sobre esta cuestión con una comunidad de chimpancés del Parque Nacional Kibale (Uganda) mediante métodos demográficos y análisis de niveles hormonales.

En cuanto a la demografía calcularon las tasas de fertilidad y mortalidad de 185 hembras y la representación post-reproductiva (PrR) o fracción post-reproductiva de la vida adulta de las hembras. Constataron que la fertilidad disminuía después de los 30 años y que no había partos después de los 50, edad que no era raro, a diferencie de otras poblaciones de chimpancés y a semejanza de los humanos, que sobrepasaran. La PrR resultó ser de 0,195, lo que significa que las hembras que llegaran a la vida adulta pasaban por una fase no reproductiva durante un quinto de esta, la mitad que las mujeres.

Los niveles hormonales presentaban un aumento de las hormonas estimulante del folículo (FSH) y luteinizante (LH) y una disminución de estrógenos y progestinas a medida que efectúan la transición a la fase post-reproductiva. Exactamente como las mujeres.

La inferencia es inmediata: las chimpancés tienen menopausia. Pero esto les crea un problema a los autores del artículo, problema que intentan resolver confrontando las condiciones de la comunidad estudiada con las de otras comunidades: la comunidad estudiada vive en unas condiciones mucho mejores que las demás y lo observado tal vez sea algo temporal. Admitiendo a regañadientes (¿qué remedio?) sus resultados exploran las diversas hipótesis explicativas, sin salirse de las habituales.

Salirse de las hipótesis habituales es lo que piden las dos médicas en el artículo de Cell. Abogan por la utilización de métodos demográficos, fisiológicos y endocrinológicos para determinar si en una especie se da o no menopausia y proponen cambiar la terminología refiriéndose a oopausia en vez de menopausia.

Winkler y Gonçalves recopilaron información de todos los grupos de mamíferos en que se habían estudiado un número suficiente de hembras y, a ser posible, incluyendo hembras cautivas. Concluyen que se da oopausia en todos los grupos.

En la figura vemos una gráfica de la que se puede deducir la PrR de diversas especies elegidas al azar. Todas tienen una PrR no nula, especialmente cuando el denominador es la vida máxima.

Sin pronunciarse explícitamente, parece que descartan las hipótesis habituales (con razón, puesto que dan cuenta solo de lo que sucede en mamíferos sociales) y se decantan por hipótesis que consideran la oopausia como un rasgo que cabalga sobre otros que sí que son susceptibles de selección, como el aumento de la esperanza de vida o la eficiencia de la reproducción temprana.

Para mi, estos estudios cuestionan todas las hipótesis planteadas hasta el presente: la oopausia está muy lejos de limitarse a los mamíferos sociales, ni en lamaypria de los casos hay competencia reproductiva directa. Parece que, simplemente, los mamíferos pueden superar ampliamente la fase reproductiva, con la consecuencia de que, siendo limitada la producción de óvulos, nuestras hembras tirener la posibilidad, no infrecuente, de “auedarse sin ellos mucho tiempo antes de morir. Con lo que parece que estamos como al principio, pero no teniendo que explicar una particularidad, sino una pauta general.

PrR sobre vida msxima y sobre edad de muerte del 90 %

Noviembre de 2023


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