Por costumbre publico mis artículos del Profesor Francho cada medio mes, de una manera metódica desde hace bastante tiempo. Hoy, voy a romper esa costumbre, impelido por las noticias sobre la concesión del Nobel de Química de este año. Al leerlas, me ha invadido la indignación, ya que el premio se ha concedido a las desarrolladoras de la edición genética mediante la técnica CRISPR/Cas9, que utiliza cortas secuencias palindrómicas repetidas que en los procariotas tienen la misión de destruir el ADN de los organismos y virus que los invaden. Mi indignación no viene del hecho de que se les haya concedido el premio a ellas, sino de que no se le haya concedido también al doctor Francis Mojica, nacido en Elche y que trabaja en la Universidad de Alicante. Fue él quien descubrió esas secuencias, su presencia en el ADN de prácticamente todos los procariotas y su función inmunitaria en ellos, sin que dejara de percatarse desde el principio de su posible utilidad para la edición genética, que es lo que se ha premiado.
La preterición del doctor Mojica, a mi entender, se debe tanto a que los científicos españoles, por mucho que se hable de su excelencia (sobre todo en Biomedicina), permanecen aún ocultos por la falta de organismos que los “vendan”, como a que los comités Nobel, desde hace bastante tiempo (no siempre ha sido así) ignoran la investigación básica, que, por cierto, es la que no muy a la larga, como en este caso, es fuente de aplicaciones novedosas y útiles.
7 de octubre de 2020
PS: Quien esté interesado en informarse sobre CRISPR/Cas9a puede leer en la sección de Biología el artículo Sistemas inmunes de los procariotas.