Hasta no hace tantos años se creía que el tamaño de las bacterias iba de los 0,2 a los 14 micrómetros o milésimas de milímetro. Con ese tamaño no es posible verlas a simple vista. Ni siquiera nos es posible ver las células eucariotas, que son mucho mayores, oscilando entre los 10 y los 100 micrómetros (es decir, entre los 0,01 y los 0,1 mm). Se cree que el tamaño mínimo de las bacterias es el límite inferior de un organismo independiente, y también se creía que el máximo lo es para un organismo simple, que un tamaño mayor solo es posible con un mínimo grado de complejidad, aparte de otras limitaciones físicas.
En 1999 se descubrió en el sedimento marino de la costa de Namibia una bacteria que superaba el máximo teórico de tamaño, a la que se bautizó como Thiomargarita namibiensis que obtenía su energía mediante la oxidación del sulfuro usando como aceptor electrónico nitrato (no hay oxígeno en el sedimento). Lo que llamó más laatención de esta bacteria fue su tamaño, 100 veces mayor que el de la bacteria promedio (es decir, unos 700 micrómetros o 0,7 mm). Esto se explicó por lo que podríamos llamar su estilo de vida: enterrada en el sedimento, está a merced de las tormentas para obtener nitratos, con lo que pasa temporadas sin acceso a ellos; de modo que su tamaño es grande para almacenarlos. Lo cual venía confirmado, cuando se estudió al microscopio su estructura interna, por la presencia de una gran cantidad de nitrato con un citoplasma muy fino.
Sin embargo, un tamaño del orden de los 0,7 mm no es suficiente para ser visible a simple vista, no deja de ser literalmente un microbio. Pero recientemente un nutrido equipo de microbiólogos ha descubierto en manglares de las Pequeñas Antillas la primera bacteria visible sin microscopio, bautizándola como Thiomargarita magnifica. Que le hayan dado ese nombre apunta a un parentesco con la anterior, bien filogenético, bien metabólico (no resulta fácil establecer relaciones filogenéticas entre los procariotas). Y así es, se trata de una bacteria que obtiene su energía del sulfuro. Pero es un filamento de más de 4 mm, casi medio cm. Esos microbiólogos dieron a conocer su descubrimiento en una nota previa a la publicación, en la que resumieron sus observaciones. Entre esas destaca una estructura interna más compleja que la del resto de bacterias, especialmente el desarrollo de orgánulos que separan el cromonema del citoplasma, unidos a la membrana; y la poliploidía, la existencia de miles de copias del genoma, aunque esta característica, con menos multiplicidad, se da en otras bacterias.
Lynn Margulis formuló su teoría simbiogenética sobre el origen de la célula eucariótica, a saber, que se debió a diversos procesos de simbiosis entre procariotas, como una teoría total. Sin embargo, dejaba en el aire el origen de los undulipodios (o flagelos y cilios eucariotas), que atribuía sin pruebas a la unión de espìroquetas a otra celula procariota, y el origen del nucleo celular, donde se contienen los cromosomas. Tal vez Thiomargarita magnifica pueda proporcionar alguna pista sobre el origen del núcleo.
Abril de 2022