Distinguido Profesor:
Me llamo Hernán Pérez Ramos y soy profesor de Historia y Filosofía. La razón por la que me dirijo a ud. es la de someter a su consideración la hipótesis que he desarrollado acerca del surgimiento de los homínidos. En el libro que he escrito (en proceso de publicación) desarrollo la idea de que es probable que los homínidos no somos el resultado de una consecución de cambios cuantitativos sino consecuencia de un único y trascendental cambio de orden cualitativo. Me refiero al cambio que como consecuencia colateral provocaría la evolución diferenciada de nuestras 2 cortezas laterales, proceso que concluiría con la ostensible lateralidad de las funciones de nuestro cerebro.
La línea de razonamientos que nos conducen a esta conclusión es la siguiente.
Todos los seres vivos contamos con un conjunto de comportamientos innatos que se encargan de que cumplamos con las tareas inalienables a la vida, comportamientos que son trasmitidos de generación en generación del mismo modo que se transmite la forma de una garra, la función de una membrana o el largo de un pico. Además de contar con estos comportamientos innatos, las aves y los mamíferos disponen de la posibilidad de transmitir de generación en generación un conjunto de comportamientos no innatos.. Estos comportamientos de transmisión cultural son desarrollados en el marco de la población o la especie y pasan de generación en generación mediante el aprendizaje por imitación o por el método de ensayo error.
Pero la posibilidad de copiar los comportamientos característicos de su especie no existe durante toda la vida de los endotérmicos sino solo durante su infancia (etapa de vida tutelada), ello es la razón por la que es imposible reintroducir mamíferos criados en cautividad en su hábitat natural. Esta circunstancia nos hace suponer que las condiciones que permiten a las aves y a los mamíferos copiar de sus progenitores comportamientos útiles para la vida desaparecen de ambas corterzas cerebrales con la llegada de la pubertad.
La tesis que intento exponerle propone que lo que pudo provocar el surgimiento de la primera homínida podría ser la circunstancia de que, como consecuencia de experimentar un proceso de neotenia, la apoptosis que debería eliminar las condiciones que permiten el aprendizaje de comportamientos, del hemisferio izquierdo de esta individua, no se produjo y por tanto el conjunto de estructuras que permiten a los mamíferos aprender comportamientos se mantuvo funcionando durante toda la vida en el hemisferio izquierdo de este ser.
¿Que ventajas le otorgaría a la primera homínida la circunstancia de mantener funcionando toda la vida las estructuras de aprendizaje?
Todos los seres vivos de nuestro planeta se enfrentan a los retos de la subsistencia armados de comportamientos programados con antelación al instante en el que dichos comportamientos deben enfrentar un determinado problema de subsistencia (me refiero a los comportamientos desarrollados por los genes mediante las mutaciones y la ulterior recombinasión de alelos que ocurre durante el cruzamiento aleatorio de los individuos y a los programas de comportamientos aprendidos por los endotérmicos durante la primera etapa de su vida). Un comportamiento desarrollado en tiempo real, en el preciso mismo instante en el que el individuo se enfrenta al problema de subsistencia que el comportamiento debe solucionar, es muchas veces más específico, particular, pormenorizado y por ende acertado que un comportamiento de "amplio espectro" desarrollado con antelación. Este razonamiento nos induce a suponer que la posibilidad de confeccionar comportamientos en tiempo real otorgaría a este ser el máximo de capacidad para adaptarse al hábitat en el que vive y por ende ascendería a la sima de la cadena alimenticia.
¿Que nos hace suponer que esta hipótesis podría ser acertada?
De ocurrir el surgimiento de los homínidos de la manera en la que se ha descrito, necesariamente en nuestro cerebro actual deberían existir evidencias palpables del proceso que acabamos de exponer. Ya que el hecho de que se mantuvuesen funcionando durante toda la vida las condiciones que permiten aprender comportamientos en e cerebro izquierdo de la primera homínido desencadenaría un proceso de evolución diferenciada para ambas cortezas cerebrales. El cerebro izquierdo necesariamente se desarrollaría en la dirección de potenciar su cualificasión para confeccionar comportamientos, por ello en la actualidad en él la concentración de cuerpos neuronales (materia gris) debe ser mayor que la concentración de materia blanca (haces de axones) y por el contrario, al ocuparse el cerebro derecho de los asuntos relacionados con la supervivencia del individuo, este evolucionaría en la dirección de potenciar el trasiego de informaciones, por ello en él la concentración de materia blanca debería ser superior que la de materia gris. En todos los cerebros de endotérmicos la concentración de materia gris y blanca es similar para ambas cortezas cerebrales, sin embargo en nuestro cerebro la corteza izquierda tiene más materia gris que blanca y la corteza derecha presenta la proporción contraria. Como expresaba al principio, esta circunstancia quizás esté poniendo de manifiesto que la evolución hacia los homínidos ocurriera como consecuencia de un único cambio de orden cualitativo, el hecho que se mantuviesen funcionando durante toda la vida las condiciones que permiten aprender comportamientos en el cerebro izquierdo de la primera de nosotros.
Espero haber despertado en ud. el interés de conocer mi obra, si ello es así indíquemelo y le enviaré una sinopsis ampliada de mi libro "La huella de Mery" "El surgimiento de los homínidos".
Sin más queda agradecido de ud.