Julio Loras Zaera

fortanete

Profesor Francho de Fortanete A la luz de la ciencia. Biología y asuntos humanos

¿Vida venusiana?

[Este artículo se basa en otro aparecido en la revista Mètode y titulado “¿Vida en Venus?” de Fernando Ballesteros, en lo que se refiere a las químicas extraterràqueas]

El paleontólogo Stephen Jay Gould tenía un buen sentido del humor y decía que solo había dos ciencias sin objeto identificable. Una era la teología. La otra, la exobiología o astrobiología. Hay muchos astrobiólogos trabajando para la NASA y para la ESA. Estos organismos, en sus relaciones con los medios se afanan en dar a entender que sus descubrimientos han evidenciado posibles indicios de vida fuera de nuestro planeta. Los periodistas pican con avidez el anzuelo y se apresuran a publicar esas afirmaciones. Hay que decir, en favor de los astrobiólogos o exobiólogos, que, si bien esos organismos actúan de esa manera, ellos son mucho más prudentes y se limitan a una o dos líneas sobre el asunto, y no muy asertivas, en los artículos donde dan cuenta de sus descubrimientos.

Viene esto a cuento del artículo aparecido el 14 de septiembre en Nature Astronomy, donde se daba cuenta del descubrimiento de fosfano en la atmósfera de Venus. Este gas solo tiene dos orígenes conocidos: procesos industriales y la acción de determinadas bacterias anaerobias. En Venus no parece que haya industrias. Luego solo puede proceder de microorganismos. Este era el razonamiento, no de los autores del artículo, sino el que se insinuó a la prensa y que fue recogido ávidamente por todos los medios, que lo llevaron a la primera plana.

El problema es que solo conocemos la química de la Tierra, con sus condiciones de temperatura, solvente acuoso y presiones bajas. Venus, cuya atmósfera está formada por dióxido de carbono que produce un efecto invernadero tal que la temperatura alcanza en superficie más de 450º, con presiones atmosféricas que superan más de 90 veces las de nuestro planeta, presenta a los 55 km de altura unas condiciones mucho más benignas: presiones de media atmósfera (como en lo alto del Everest) y una temperatura de 25º, condiciones que son más favorables a la vida tal como la conocemos. Aunque con el inconveniente de corrosivas nubes de ácido sulfúrico y vientos de 200 km/h. No se sabe si estos inconvenientes impedirían la vida, aunque sí parece que impedirían la del tipo que conocemos.

Volviendo al razonamiento de los jefes de la NASA, puede ser un razonamiento falaz. Sabemos tan poco de las químicas de fuera de la Tierra que puede ser absurdo afirmar que el fosfano no pueda producirse por procesos distintos de los dos que conocemos. Los autores del trabajo, con mucha mayor prudencia que sus capitostes, tienen esto en cuenta y no se cierran a la posibilidad de un origen inorgánico. De hecho, solo dedican una línea, accesoria, a la hipótesis microbiológica. Lo suyo, antes o por lo menos al mismo tiempo que investigar la hipótesis biológica, sería investigar la química venusiana. De momento, la hipótesis biológica es solo una entre muchas posibles, aunque al público le entusiasme.

Puede parecer que no creo que haya vida extraterrestre. No es así. De hecho, estoy convencido de que la hay en muchos lugares del universo y no solo en planetas o satélites, ni solo en lugares con condiciones similares a las de la Tierra, incluso gaseosa. Pero ni tiene por qué ser vida similar a la terrestre, ni originada en las mismas condiciones, ni basada en los mismos elementos, cosa que casi demostró experimental y teóricamente hace unos años el bioquímico japonés Kunihiko Kaneko adoptando un enfoque más propio de la física que de la biología. Si queremos hacer verdadera investigación exobiológica debemos abandonar el enfoque basado en el experimento único que constituye la biosfera terrestre. Asimismo me parece mejor el enfoque de la búsqueda aconsejado a la NASA por el químico James Lovelock, aunque no le siga en su idea de Gaia, que considero un desvarío místico: investigar donde se da desequilibrio termodinámico; si hay equilibrio, no puede haber vida, ya que la vida, desde el más minúsculo microorganismo hasta la biosfera en su conjunto, se mantiene en un permanente desequilibrio termodinàmico.

No descarto que este hallazgo sea un verdadero indicio de vida en Venus, pero razonamientos así se oyen por parte de la NASA y de la ESA varias veces al año y ¿qué queda de ellos a los pocos meses?

Diciembre de 2020

PS: Parece que posteriormente, al analizar los datos, se ha puesto en cuestión la presencia de gas fosfano en Venus.

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