QR Code

En este artículo empiezo a tratar de los carnívoros. La primera familia con representantes en Fortanete es la de los Cánidos, caracterizados por su adaptación a la carrera en espacios abiertos, evidenciada en su posesión de patas relativamente largas. Aunque son carnívoros, muchos consumen vegetales frecuentemente y todos alguna vez, como sabemos por los perros. Son animales oportunistas que pueden vivir en una amplia gama de hábitats y adaptarse a muchos climas distintos.

La zorra (Vulpes vulpes)

Zorra

Es un cánido mediano, con una longitud de morro a cola de 55-85 cm, una cola de 28-46 cm y orejas de 7-11 cm. Pesa de 4 a 8 kg, siendo los machos un poco mayores que las hembras. Tiene un pelaje largo y brillante, habitualmente rojizo, lo que le da valor comercial. En Fortanete hubo un hombre, hará unos sesenta o más años, que se dedicaba a cazarlas para vender su piel. Cuentan que todos los perros lo perseguían, dado que las zorras desprenden muchos y fuertes olores. El vientre y la punta de la cola son blancos habitualmente. Pero hay mucha variaciones de color, que han servido para crear razas domésticas destinadas a la peletería.

Es ubicua, con las densidades mayores alrededor de los núcleos de población, donde se alimenta de basuras y otros productos de las actividades humanas. La eliminación de sus predadores (el último lobo fue eliminado en Fortanete a finales del XIX o principios del XX, mi abuela materna conoció al cazador que lo hizo, y quedan muy pocas águilas) y el hecho de que los humanos le proporcionen fuentes de alimento prácticamente ilimitadas, con los vertederos, mataderos, cámpings, etc., ha promovido su explosión demográfica reciente. Como desde mamíferos medianos hasta invertebrados, carroña, frutos y basuras. Las poblaciones más silvestres tienden a consumir conejos.

La época de celo es enero-febrero, durando la gestación 50 días, al cabo de los cuales nacen 3-7 cachorros que abren los ojos a las dos semanas. El destete se produce al mes y medio y se vuelven independientes en otoño.

Su organización social y las dimensiones de su área de actividad (una media de 1 kilómetro cuadrado) son muy variables, condicionadas principalmente por la abundancia y dispersión del alimento. Cuando éste abunda, forma grupos sociales con predominio de hembras, de las cuales sólo se suele reproducir una. Los límites de su territorio y su estado fisiológico se comunican mediante señales olfativas (tiene un olfato finísimo) a base de orina, heces y secreciones de diversas glándulas, como las interdigitales y el órgano violeta, situado en el dorso de la base de la cola. También tiene muy buena vista.

Excava cados en el suelo, aunque frecuentemente utiliza los abandonados por tejones y conejos, agrandándolos, del mismo modo que utiliza cuevas y construcciones abandonadas.

Pie Zorra

Su presencia se puede inferir de las excavaciones en madrigueras de conejos y ratones. Tiene cinco dedos en cada pie o mano, pero sólo dejan impresión en el suelo los dedos 2º-5º, porque el primero no llega al suelo. En la huella se ven la almohadilla principal, las de los dedos y las uñas. Se distingue de la de otros cánidos porque se puede trazar una recta entre las almohadillas centrales y las laterales sin que las corte. Otro indicio son los excrementos, que deposita aislados en lugares elevados, ya que los utiliza como señal olfativa. Son alargados y con un extremo aguzado, como los de todos los carnívoros, y miden 8-10 cm de longitud y 1,5-2,5 de grosor.

Una prueba de que es un animal muy oportunista la tenemos en la anécdota de mi abuelo, que un día, poco antes del amanecer, se encontró una en el primer piso de su casa. Sintiéndose acorralada, saltó por el balcón. Y no es el único caso de zorras dentro de las casas.

© Julio Loras Zaera
Profesor Francho de Fortanete